El Durazno: pinos, ríos y mucha paz
Muy cerca de Villa Yacanto se encuentra este mágico paraje y uno de los ríos más lindos de Córdoba.
Pasando Santa Rosa de Calamuchita, apenas ingresando a Villa Yacanto, tomamos el camino de ripio. Tras algunas subidas y bajadas empezamos a ver montañas, pinos y varias casitas con techos a dos aguas. El paisaje parece sacado de un cuento. Una calandria posando en un tronquito nos dio la bienvenida. Y finalmente nos encontramos con el puente colgante, sobre las frías y cristalinas aguas del río El Durazno, que le da nombre a esta hermosa localidad.
Descanso asegurado
El Durazno cuenta con tres campings, un hotel boutique y varias cabañas para alojarse. A fines del 2013 instalaron la luz eléctrica, lo que mejoró la calidad de vida de los habitantes estables, que no llegan a cien. Y actualmente están pavimentando el ingreso al pueblo, una obra que beneficiará a vecinos y turistas.
Además hay una proveeduría, una heladería, una casa de té, un local de artesanías y algunos restaurantes.
También hay una pulpería en el predio del hotel Patios del Durazno. Se trata de una construcción de adobe renovada, donde se puede comer. Vale la pena visitar este lugar por su pintoresca decoración y por el aire colonial que ahí se respira.
Para todos los gustos
En la reserva natural Los Cajones hay ollas de hasta siete metros de profundidad, piedras por donde justamente se “encajona” el agua y cascadas.
En otros sectores el río es bajito y está rodeado de playas arenosas.
Si bien el río transparente y frío es uno de los principales atractivos durante las vacaciones de verano, te recomendamos visitar este rincón de las sierras en invierno y en otoño. La nieve y las hojas secas le dan al entorno un marco encantador.